Un Editorial por la Dr. Raquel Peyraube
Un tema importante para comprender sobre estos tratamientos es cómo deben administrarse estas medicinas. La respuesta no es simple, pues las vías de administración dependen de varios factores que se identifican en cada caso. Con el propósito de entender la utilidad e indicación de cada una de ellas, haré un repaso de las vías que son más probables de encontrar en el mercado.
En función del tipo de acción, hay dos tipos de vías:
- de acción sistémica: una vez absorbido el producto, se distribuye y actúa en todo el organismo. Son las indicadas para las enfermedades sistémicas.
- de acción local: escasa cantidad de producto pasa al torrente circulatorio por lo que el efecto se concentra en el sitio de aplicación.
1. Vía inhalatoria: durante mucho tiempo fue la forma más usada para todos los fines. En el uso no-medicinal, a pesar del creciente uso de vaporizadores, sigue siendo la vía más utilizada. Esta vía determina un efecto de inicio rápido (en pocos minutos los principios activos llegan directamente del pulmón al cerebro), pero de corta duración. Por esta razón, en las enfermedades crónicas, para mantener los síntomas bajo control, es necesario repetir la inhalación en cortos períodos de tiempo. Esto no sólo no es cómodo para el paciente, sino que, además, cuando se trata de productos con THC, este uso frecuente aumenta el riesgo de desarrollar una dependencia al THC.
En mi práctica clínica la reservo como medida de “rescate” frente al aumento del dolor, un fenómeno crítico (ej. crisis epilépticas, de migraña o neurálgicas) o un síndrome de abstinencia a drogas.
La inhalación puede ser:
- Esta forma no debería ser considerada para el uso médico y debería evitarse en el uso no-médico, ya que puede generar varios riesgos para la salud, como el cáncer por generación de residuos de la combustión incompleta, y la bronquitis crónica.
- La inhalación se realiza por medio de dispositivos especiales que, aunque calientan el producto no lo queman, pues llegan a temperaturas en las que los compuestos cannabinoides y terpenoides son llevados a vapor. Se tendrá cuidado de utilizar solamente vaporizadores y productos autorizados para uso medicinal, con el propósito de evitar daños derivados de adulterantes y contaminantes como los recientes casos fatales y de invalidez respiratoria en USA.
2. Vía digestiva: Con la difusión de los aceites de cannabis, el uso de esta vía ha aumentado significativamente. Tiene un inicio de acción de 1:30-2:00 horas, pero el efecto se prolonga por varias horas, por lo que se pueden tomar de 1-3 veces al día, cada 8, 12 o aún 24 horas.
Junto a las vías de absorción mucosa (ej. sublingual, nasal, rectal) son las más indicadas para el tratamiento de enfermedades crónicas por la duración del efecto.
No recomiendo el uso en forma de alimentos (brownies, gomas, colombinas, etc.) y menos aún de producción doméstica, pues en el caso del uso medicinal la dosificación es variable de una porción a otra, y en el caso del uso no-medicinal es la forma más frecuente de intoxicación, sobre todo en las personas menos entrenadas.
Si bien la forma más conocida y difundida de formulación de productos para la vía oral son los aceites, a medida que la industria y tecnología aplicada a la producción de medicamentos en base a cannabis y cannabinoides avanza, comienzan a verse en el mercado otras formulaciones como cápsulas blandas, comprimidos, parches y otras formas de liberación prolongada.
3. Vía mucosa: Incluye distintas formas de administración en las que la absorción se produce directamente desde una mucosa (cubierta interna de los órganos huecos) al torrente sanguíneo, llevando el producto directamente a los órganos blanco. Tiene un efecto de inicio rápido (minutos), con una prolongación del efecto similar a la de la vía digestiva (varias horas).
Las formulaciones para el uso de esta vía son: los sprays nasales y de uso sublingual, las tinturas, los supositorios, óvulos y laminillas de uso bucal. Estas formulaciones son muy interesantes en el caso de pacientes con trastornos digestivos con vómitos o intolerancia digestiva, o cuando se requiere un inicio de acción rápida.
Algunos problemas de estas formulaciones:
- los sprays y las tinturas, contienen alcohol por lo que en el uso crónico pueden causar daño de las mucosas (irritación, quemaduras).
- la absorción por vía rectal (supositorios) tiene variaciones en la biodisponibilidad (y como consecuencia en el efecto), dependiendo de a qué altura se absorba cada dosis (plexo hemorroidario superior o inferior). Esto depende de hasta donde migre el supositorio
4. Percutánea o tópica. Los cannabinoides son sustancias grasas por lo que su absorción por la piel es muy buena. Es una vía muy útil en el tratamiento de lesiones de la piel como las dermatitis, la psoriasis y el acné, pero debe tenerse cuidado de seleccionar el tipo de producto más adecuado para cada trastorno. En el acné debemos indicar el uso de geles al igual que en toda lesión que tenga riesgo de sobreinfección. Las cremas crean un ambiente perfecto para el desarrollo de algunas bacterias bajo su capa.
Con esta vía también se logran buenos resultados en los casos de dolor muscular y osteoarticular (ej contracturas, inflamación articular). Resulta una vía complementaria del tratamiento por vía oral del dolor localizado o multifocal.
En conclusión, para la elección del tratamiento y la vía de administración, es importante evaluar con el médico todos los factores involucrados, haciendo un análisis mesurado de cuál es el tratamiento más adecuado para cada paciente siguiendo las pautas del uso racional de medicamentos.